La sectorial de cultivos herbáceos de ASAJA considera que la cosecha de cereales de invierno de este año rondará los 15,7 millones de toneladas de grano, una cifra que se considera en la media de los últimos diez años, tras el descalabro sufrido el pasado año, cuando no alcanzaron los 9 millones de toneladas. Sin embargo, es necesario recordar que esta campaña también hay zonas productoras donde la sequía ha causado un gran impacto y las producciones se verán muy mermadas como es el caso de Cataluña, algunas zonas de Aragón, la provincia de Albacete y el sureste peninsular.
En la provincia de Segovia existe una cosecha muy desigual: zonas con producciones aceptables y zonas con producciones muy reducidas, en las cuales habrá que dar parte al seguro para poder percibir indemnizaciones de Agroseguro, debido a los bajos rendimientos. Estas variaciones se producen, en algunos casos, dentro de una misma comarca o en el mismo término municipal.
Como ya ocurriera en años anteriores, ha habido muchos casos de plagas y enfermedades en los cultivos, problemas fitosanitarios que se incrementan cada año desde que no se pueden realizar quemas controladas de rastrojos y se prohíbe el uso de cada vez más materias activas.
Respecto a los costes de producción, también un año más, han sido muy elevados y los precios que se están pagando a los agricultores siguen siendo bajos. Hay que recordar que aún se mantiene mucho grano almacenado de la pasada campaña para evitar vender a pérdidas, una situación que resulta insostenible para los productores. Continuamos, por tanto, en una tesitura muy preocupante de falta de rentabilidad en las explotaciones cerealistas.
Las expectativas respecto a los precios son inciertas y la recuperación de éstos está en entredicho a expensas de lo que pase en los mercados internacionales. Los precios nos vienen marcados por los puertos y son los grandes compradores los que están presionando los precios a la baja, la especulación sigue imponiéndose en los precios del cereal lo que conlleva la falta de rentabilidad y cada vez más cercana la ruina del campo.
Desde ASAJA consideran prioritario que la Ley de la Cadena Agroalimentaria se aplique también para el mercado de los cereales y se haga con rigor ya que los agricultores no pueden seguir manteniendo su actividad productora y vendiendo el cereal, en muchos casos, a pérdidas.
Desde ASAJA Segovia demandan varias medidas de coche para paliar la situación tan mala del cereal de nuestro país: aranceles a las importaciones de terceros países, aumento en la devolución del impuesto de hidrocarburos, se permita la quema de rastrojos para mejorar las condiciones de producción de las parcelas agrícolas, ayudas directas en la compra de fertilizantes y lo más principal, se legisle oyendo al sector y no a los grupos ecologistas y grandes multinacionales.
Es insostenible que el precio del cereal sea el mismo de hace 40 años, cuando la evolución de los precios ha ido en aumento a una media de 2% anual aproximadamente. Solo con fijarnos en la evolución de los precios por ejemplo de: maquinaria, abono, salarios públicos y privados, combustible, construcción, combustibles, luz etc… El precio del cereal se ha quedado desplazado del sistema económico ordinario, lo que deriva en la ruina de nuestros agricultores.