Con el cambio climático, con los consiguientes cambios abruptos y sin precedentes que se dan en parámetros como la temperatura o la humedad, la industria vitivinícola cada vez suma mayores retos a la hora de elaborar el vino. En este sentido, se crea la necesidad del control y mejora de dichos parámetros, y otros muchos que intervienen en el proceso, a través de la tecnología, optimizando el trabajo que las bodegas han realizado tradicionalmente.
Así, ha visto la luz el proyecto europeo Smartwinery, que, liderado por investigadores de la Universidad de Murcia (UMU) en estrecha colaboración con la empresa Agrovin, empresa internacional especialista en productos y equipamiento enológicos; de la mano de la Plataforma Tecnológica del Vino, una asociación público-privada cuyo fin es impulsar una estrategia común de I+D+i en el sector vitivinícola español, y de la empresa griega de aplicaciones y sistemas de información basados en la web y en la nube, pretende reducir los costes de la elaboración del vino, aumentar la capacidad de producción de las bodegas tradicionales, reducir los tiempos de procesado y mejorar la calidad del vino, así como reducir los impactos ambientales, a través de la creación de una bodega inteligente experimental.
Tanto es así, que dicha bodega se construirá a lo largo de 2024 en instalaciones anexas a la empresa Agrovin, en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde los investigadores de la UMU realizarán el análisis y seguimiento de los vinos realizados en la bodega inteligente, asegurando la máxima calidad de los caldos, evitando que haya desviaciones que afecten a las características organolépticas de los mismos, y modulando el diseño final de las instalaciones en función de las necesidades observadas, hasta finales de 2026.
Tecnología utilizada en el proyecto
La tecnología que dará vida a esta bodega inteligente es fruto de la especialización en el sector vitivinícola de la empresa Agrovin, que considera que la “mejor manera de predecir el futuro del vino es controlar todo el proceso de elaboración en el presente”.
Éste es el objetivo de la tecnología Tank Control, que, pudiéndose modular en función de las necesidades de cada bodega, introduce la industria 4.0 a la operativa de la misma, permitiendo, a través de sensores multiparámetro, el control de los procedimientos y su automatización, a la vez que genera información en tiempo real que permite a los enólogos tomar decisiones en función del estado de fermentación del caldo y actuar en consecuencia, incluso a distancia, a través de dispositivos electrónicos inalámbricos, evitando posibles desviaciones, optimizando los procesos de fermentación y potenciando los procesos de mejora de la calidad de los vinos, a la vez que mejora la eficiencia económica y energética de la bodega.
Redacción Infoagro: Lydia Medero