Unió de Pagesos advierte que el precio actual del cereal es un 20% inferior al de enero de 2022, mes previo al inicio de la guerra en Ucrania. El inicio del conflicto originó un incremento de los precios del cereal y otras materias primas agrícolas que alcanzó su punto máximo en octubre de 2022 y, posteriormente, el precio no ha parado de bajar. Cabe recordar que la guerra hizo incrementar fuertemente los costes de producción y que la Comisión Europea estableció un paquete de medidas para compensarlo.
Además del incremento de costes, la fuerte caída del precio del cereal en las lonjas, sumada a la desastrosa cosecha pasada por la sequía, está llevando al sector cerealista catalán al límite de su viabilidad. Por este motivo, Unió de Pagesos, como hizo en el caso de la sequía de 2022, insistió a la Administración en la urgencia de articular ayudas directas también para 2023, que han movilizado 68 millones de euros para el sector y cuyo plazo de solicitud finalizó este lunes.
Sin embargo, el sindicato considera que este esfuerzo por ayudar al sector habrá sido en vano si no se pone freno a la caída del precio del cereal y se garantiza un precio percibido por el agricultor superior a los costes de producción, como establece la Ley de la cadena alimentaria. Unió de Pagesos ya denunció en su día, y hasta ahora, que la ley de la cadena no garantiza unos precios justos en ningún sector productor.
El sindicato alerta de que, dado que España se está convirtiendo en un gran exportador de piensos, no le supone un problema que el cereal vaya barato y que cuanto más entre de fuera, mejor. El peligro que comporta este hecho es la entrada de nuevas malas hierbas que nunca habían estado aquí, como el Amaranthus palmeri, una super maleza que, según ha demostrado Sanidad Vegetal, ha entrado por el puerto de Tarragona y ya está causando graves daños en determinadas explotaciones en la Plana de Lérida.
Por estos motivos, Unió de Pagesos reclama urgentemente que se apliquen medidas que garanticen unos precios por encima de los costes, ya que, si la primavera acompaña, después de dos años nefastos para el sector a raíz de la sequía sufrida, este año se podría recuperar el potencial productivo de los sembrados. Pero esto no servirá de nada si después hay que malvender la cosecha. El sector no puede permitirse un tercer año sin un mínimo de ingresos.
Es necesario que todos los mecanismos existentes se apliquen urgentemente, desde el establecimiento de volúmenes máximos de importación y aranceles, a definir unos costes medios de producción que permitan hacer cumplir la Ley de la cadena alimentaria para que el campesinado cerealista perciba unos precios dignos . También urge que el Ministerio abone urgentemente la ayuda de cerca de 40 € por hectárea de tierras de cultivo en secano para paliar la sequía 2023 en Cataluña.