El cambio en las tendencias y hábitos de consumo de la población en general, debido a las nuevas preferencias dietéticas, en busca de una alimentación saludable, y el deseo de una mayor variedad de alimentos, haciendo especial hincapié en lo exótico, ha provocado un aumento, que se mantiene en el tiempo, de la demanda de frutas exóticas y de nuevas formas de consumir las frutas tradicionales, aportando comodidad y minimizar el desperdicio alimentario en una sociedad que vive con prisas pero que no quiere renunciar a disfrutar de los beneficios de la fruta. Es por ello que el sector productor se encuentra constantemente innovando y buscando nuevas fórmulas para dar respuesta a los deseos del consumidor.
En este contexto, nació Superfruiter, una compañía tecnológica israelí especializada en selección genómica aplicada a la producción de frutas de alto valor, fruto de la cooperación de la casa de semillas israelí, especializada en la mejora y comercialización de frutas y hortalizas innovadoras, BreedX; del soporte financiero del fondo de inversión israelí especializado en agricultura y alimentación, COPIA Agro & Food Technologies, dirigido por el inversor Ohad Zuckerman, experimentado emprendedor que hizo fortuna en el sector de la producción de semillas y que lidera una de las firmas de capital riesgo más dinámicas en el sector agrotecnológico israelí; y de la colaboración del famoso Centro Volcani de Israel. Una empresa, Superfruiter, cuyo equipo lidera la experimentada Yael Alter, CEO de la compañía y profesional con una gran experiencia en la consolidación de startups israelíes disruptivas dentro del ámbito alimentario; junto con los doctores Moshe Bar y Yaakov Tadmor, expertos en producción de semillas y selección genómica, respectivamente; que ha desarrollado y patentado una tecnología basada en un gen, que produce frutos de menor tamaño pero que multiplica por cinco el rendimiento de las plantas con respecto a las variedades convencionales.
Esta tecnología, basada en un sistema de reproducción tradicional que no incluye ni edición ni modificación genética (no transgénica), tiene su origen en la inducción química, con etilmetanosulfonato, de variaciones (mutagénesis química) en un melón tipo Charentais, que dio lugar a miles de familias, cada una de ellas, derivadas de la autopolinización de una sola semilla tratada. De ellas, una de las familias fue segregada por mostrar un fenotipo con múltiples frutos sin semillas; fenotipo que presentaban un cuarto de las plantas y que se debe a un único gen recesivo, al que se denominó sf (superfruiter). Las características de las líneas que presentaban este fenotipo, tenían menos semillas, siendo éstas infértiles o vacías, y más frutos pero de un menor tamaño, no viéndose afectada la calidad de los mismos. De ahí, se identificó el gen y se creó un sistema de marcadores para desarrollar las semillas o plantas Superfruiter.
De este proceso de mejora, se han obtenido tres tipos de mini melones premium, pensados para el consumo personal: dos de ellos de hasta 800 gramos, uno piel de sapo y otro amarillo canario; ambos sin semillas fértiles, para ser cultivados en invernaderos, con hasta 20 frutos por planta, en contraste con los cuatro frutos de las plantas de variedades convencionales, lo que aumenta por tres el beneficio medio por hectárea y disminuye la huella de carbono al reducirse al 30% el agua necesaria para su riego y sus necesidades de fertilización, así como se produce un ahorro de superficie de cultivo del 40%, logrando un cultivo super eficiente. Por otra parte, se han desarrollado melones del tamaño y forma de un tomate cherry pera, de hasta 70 gramos, con piel comestible y micro semillas vacías, que puede consumirse de la misma forma que un tomate cherry, lo cual supone una gran innovación en el mercado y que aporta una gran comodidad al consumidor, consituyéndose como un producto super Premium.
Unos innovadores productos Premium cuyo suministro está planificado como una cadena corta, creando atracción de mercado a través del marketing desde los supermercados a los productores, maximizando así las ganancias para todos los eslabones de la cadena de suministro. Es por ello que, Superfruiter está comenzando los primeros ensayos en España este año, concretamente en la zona de Almería y Murcia, aunque también está en conversaciones con compañías del sector hortofrutícola de otras regiones como Extremadura o Castilla La Mancha. De esta manera, para su expansión en Europa, ya está implantando su proceso productivo en España con la colaboración del fondo de inversión especializado en la industria alimentaria Eureka Corp., con la configuración de su pull de inversión y su red de colaboradores, entre los que ya están varios productores nacionales de primer nivel, como son Procomel – El Abuelo, KPE, Mujiverde, La Palma, y Semillas Fitó, con los que ya cuenta con proyectos piloto. Además, también está trabajando, en coordinación con el equipo de Eureka Corp., en la apertura de relaciones con las principales cadenas de distribución de Europa y Reino Unido, así como algunos chefs de reconocido prestigio, ya que los nuevos formatos de melón propuestos por Superfruiter, con un enfoque gourmet y totalmente innovador, permiten la realización de maridajes totalmente disruptivos, muy en la línea de las tendencias de la alta cocina actual. La idea de la compañía es desarrollar una red de colaboraciones con productores, explorando distintos formatos con cada uno de ellos, con el fin de llegar a todo el mercado europeo desde España. La compañía prevé invertir unos 5 millones de euros en la puesta en funcionamiento de su plan de expansión en España, donde, junto con la continuación de los ensayos en Israel, se seleccionarán las semillas que se cultivarán a escala semicomercial en 2024, y es que este año también se prevén envíos de prueba a supermercados seleccionados que trabajen con cooperativas seleccionadas, siendo en 2025 cuando ya se comercialicen los melones piel de sapo y amarillo canario de hasta 800 gramos a escala comercial, y será en 2026 cuando se haga una penetración inicial del melón cherry en el mercado.
El objetivo de Superfruiter, que se destaca en el mercado como una empresa especializada en semillas personales de melón sin competencia directa, es lograr un mercado potencial cifrado en más de 100 millones de euros anuales antes de finales de 2030, con ventas directas desde Israel, Estados Unidos, España, México, Portugal, Costa Rica, Brasil, Marruecos e Italia, además del establecimiento de sublicencias a importantes empresas semilleras de todo el mundo, por lo que, en conjunto, se espera una cuota de mercado de los melones personales del 10% en cinco años.
Toda una revolución en cifras que hará que muchos productores opten por el cultivo de estos mini melones que prometen una gran rentabilidad por hectárea.
Edición Infoagro: Lydia Medero