La comercialización de aceite de oliva no para de crecer. Los datos hechos públicos por la AICA confirman la magnífica respuesta de los consumidores a la grasa vegetal más sana y saludable del mundo, puesto que con las 88.000 toneladas comercializadas en agosto (incluyendo importaciones se superan ya en un 5% las ventas del año pasado en este mismo periodo. En los once meses que llevamos de campaña se han vendido 1.052.000 toneladas y a falta de contabilizar el mes de septiembre, concluiremos la actual campaña de comercialización 2024 año por encima de la de 2023, cuando se vendieron 1.085.000 toneladas.
Las 88.000 toneladas vendidas en agosto, un mes complicado siempre por las vacaciones, (incluyendo las importaciones), demuestran que la comercialización no se resiente en absoluto y que las exportaciones consolidan su fortaleza gracias a que los consumidores siguen fieles al aceite de oliva, con unos precios estables y con la seguridad de que llegaremos a la próxima cosecha con el abastecimiento garantizado, a pesar de hacerlo con el enlace más bajo del siglo, que no superará las 200.000 toneladas.
El responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de Oliva de UPA y secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, destaca un dato por encima de todos los ofrecidos por la AICA para analizar la situación actual del sector. “El año pasado teníamos, por estas fechas, 321.200 toneladas de aceite de oliva de existencias, un 15% más de las que tenemos en septiembre de 2024, porque actualmente hay disponibles 271.966 toneladas. Y nos queda todavía un mes para dar por concluida la campaña de comercialización, por lo que estaremos por debajo de las 200.000 toneladas de enlace entre cosechas y superaremos la comercialización final del millón ochenta y cinco mil toneladas de 2023 en un tremendamente complicado después de dos malas cosechas consecutivas”, afirma Cristóbal Cano.
En cuanto al precio, el secretario general de UPA Andalucía destaca las previsiones de cosecha en otros países productores de la cuenca mediterránea, así como nuestra propia producción en España, para insistir en la estabilidad. “Por ejemplo en Italia y Marruecos no hay prácticamente aceite y sus previsiones de próxima cosecha son extremadamente bajas. España volverá a ser la despensa mundial del aceite de oliva y eso se tiene que notar en el precio, que debe permanecer estable en unos niveles razonables para el olivar tradicional. Las cifras que manejamos en el sector están claras y todo indica a que los precios no tienen que sufrir ni vaivenes acusados ni muchísimo menos descalabros porque no hay razones objetivas para ello”, concreta Cristóbal Cano.
Agosto ha terminado con unas existencias totales de 321.200 toneladas, que se reparten en 138.662 toneladas en poder de las cooperativas y almazaras; 131.740 toneladas en manos de los envasadores y 1.564 toneladas en el Patrimonio Comunal Olivarero. "Hay aceite disponible y el abastecimiento está garantizado. Ahora tenemos la mirada puesta en el cielo, porque necesitamos lluvias en septiembre y en octubre para asegurar el fruto que hay en el árbol. De lo contrario, las previsiones de cosecha irán a la baja”, concluye el responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA.