Unió de Pagesos calcula que este año la cosecha de arroz será normal en Cataluña, con unos 140 millones de kilos en total, teniendo en cuenta que de éstos, unos 130 millones se cosecharán en el Delta del Ebro, y el resto, en el Alto y el Bajo Ampurdán.
La variedad bomba, que se ha empezado a cosechar en las Tierras del Ebro hace un par de semanas, se ha adelantado unos siete días respecto a la del año pasado por las altas temperaturas y la presencia del hongo Pyricularia, que provoca que muchas espigas no lleguen a granar. A las dificultades para cultivar esta variedad se le suma la carencia de fitosanitarios eficaces contra las plagas debido a las prohibiciones para el uso de muchos de estos productos por parte del Ministerio de Agricultura y de la Comisión Europea.
En cuanto a la variedad de arroz perlado redondo J. Sendra, mayoritaria en el Delta, con un 70% de la superficie total del cultivo, la previsión del sindicato es que la cosecha comience el 15 de septiembre.
Una de las dificultades importantes que los arroceros tuvieron el pasado año fue la salinización, ya que sólo dispusieron de la mitad del caudal del agua debido a la grave sequía, y con una de las peores cosechas de los últimos años . Este año todavía hay afectación pero tendrá menos incidencia porque el campesinado ha podido disponer de agua.
En la zona del Ampurdán, el pasado año la sequía también hizo estragos ya que los campesinos no pudieron ni sembrar. Este año, en cambio, el sindicato calcula que se ha sembrado la práctica totalidad de la superficie.
En el Delta del Ebro, la sequía del 2023 no sólo comportó que se redujera la cosecha sino que la nueva campaña se inició con un repunte del caracol manzana. La falta de disponibilidad de agua provocó que se redujera la eficacia de algunos tratamientos para controlar la plaga a la vez que los revuelos de agua entre parcelas permitieron aprovecharla mejor pero favorecieron un incremento de la infestación por tornillo manzana en los campos de arroz.
En cuanto al control de las malas hierbas, especialmente de la leptochloa (milo americano) en fincas donde se ha realizado la siembra en seco, ha comportado importantes quebraderos de cabeza al campesinado, porque debe afrontarlo con un deshierbe manual y debe tenido que contratar pandillas para escarbar a mano con el coste que representa por y que compromete su viabilidad. El sindicato trasladó este problema y cómo afrontar las explosiones de esta gramínea y analizar sus causas en una reunión mantenida con el Departamento el 30 de julio.