El 7 de octubre, combatientes de Hamas desde Gaza irrumpieron a través de la frontera militarizada hacia Israel, matando a casi 1.200 personas, la mayoría de ellas civiles, y tomando cautivas a unas 250, según fuentes israelíes.
Israel respondió con una devastadora ofensiva aérea y terrestre que ha matado a más de 18.700 palestinos en la Franja de Gaza, alrededor del 70 por ciento de ellos mujeres, niños y ancianos, según fuentes gazatíes.
Con una gran escasez de mano de obra desde el inicio de la guerra, los ciudadanos palestinos de Israel y los voluntarios judíos de diferentes grupos tomaron la iniciativa de ayudar a los agricultores palestinos a recoger sus cultivos en el norte de Israel para salvar lo que se pudiera salvar. Una legión de voluntarios se presta para colaborar en tareas agrícolas.
Los trabajadores de la ciudad dejan su labor de oficina para ayudar a los agricultores que enfrentan una escasez de mano de obra exacerbada por la guerra de Israel contra Gaza. Los voluntarios, procedentes de diferentes orígenes, se han reunido durante su tiempo libre para ayudar a los ciudadanos palestinos de Israel que son agricultores a sacar adelante la producción.
Los palestinos con ciudadanía representan alrededor del 20 por ciento de la población de Israel, descendientes de los palestinos que permanecieron después de las expulsiones masivas en el momento de la fundación de Israel en 1948.
En palabras de uno de los agricultores: "Tenía 15 trabajadores tailandeses antes del comienzo de la guerra, pero la mayoría ha abandonado el país. El resto de mi personal, trabajadores de Cisjordania, ya no vienen a Israel debido a los controles de carreteras del ejercito". Muchos han huido del país después del ataque del 7 de octubre, en el que murieron 34 ciudadanos tailandeses y 24 fueron secuestrados, todos los cuales han sido liberados desde entonces, según autoridades tailandesas.
Fueron los propios agricultores quienes lanzaron la convocatoria de voluntarios. "Una semana después de la guerra, nos reunimos y decidimos movilizar a todas las personas que querían salvar la agricultura", afirma uno de los agricultores afectados.
Para los voluntarios palestinos, ofrecerse para ayudar en la cosecha era "muy importante para las buenas relaciones entre judíos y árabes".