Para afrontar los retos que enfrenta el sector agrícola mundial hoy día, podemos echar la vista atrás, a los años 60, en un momento en el que un joven Estado de Israel hizo de sus limitaciones, oportunidades, convirtiendo paisajes desérticos con una grave escasez de agua, en fértiles tierras de cultivo haciendo uso de soluciones innovadoras y pioneras como el riego por goteo, que revolucionó la eficiencia hídrica y permitió que los cultivos prosperaran en condiciones áridas; así como adoptando otras técnicas agrícolas avanzadas para maximizar el rendimiento de los cultivos en sus limitadas tierras. Unas innovaciones que, no sólo garantizaron la seguridad alimentaria de Israel, sino que sirvieron de valioso modelo para la comunidad internacional, demostrando que la apuesta por la innovación, el desarrollo y las técnicas agrícolas más avanzadas, permite transformar incluso los entornos más inhóspitos.
Un propicio contexto en el que nació la empresa israelí Haifa, que comenzó su andadura “en los años sesenta utilizando los recursos naturales de su país de origen para desarrollar un proceso de producción de nitrato potásico”, indica Motti Levin, director general internacional de Haifa, quien explica que la compañía fue pionera con la introducción en el sector agrícola del fertilizante de nitrato potásico; un tipo de producto que hasta entonces no se había utilizado apenas en este sector debido a su alto coste. Sin embargo, matiza Levin, “Haifa fue la primera empresa en introducir el fertilizante soluble en agua, pudiendo el producto llegar a las raíces de las plantas directamente a través de los sistemas de riego mediante tecnologías de fertirrigación”. Sin duda, unos cimientos de innovación que han marcado su historia y que siguen marcando su actividad, como líder en soluciones agrícolas avanzadas.
“En Haifa desempeñamos un papel fundamental para garantizar la seguridad alimentaria de las generaciones presentes y futuras – asegura su director general internacional-. Al suministrar fertilizantes eficientes y de alta calidad, ayudamos a maximizar el rendimiento de los cultivos para satisfacer la creciente demanda mundial de alimentos. Al mismo tiempo, Haifa da prioridad a las prácticas sostenibles, desarrollando soluciones que minimizan el impacto medioambiental, promueven la salud del suelo y conservan los recursos naturales. Mediante la innovación y el compromiso con la sostenibilidad, ayudamos a los agricultores a producir más con menos, asegurando el futuro del planeta y alimentando a sus habitantes”, expone Levin, explicando que durante la Revolución verde, que se implantó desde los años 40 a los 60 del siglo XX, el exceso de fertilización era una práctica habitual, que no solo no producía más cosechas, sino que perjudicaba la calidad del suelo y del agua: “Sin embargo, en Haifa siempre hemos prestado servicios profesionales basados en una profunda experiencia agronómica. Nuestros agrónomos trabajan a menudo sobre el terreno, ayudando a los agricultores a obtener los mejores resultados para sus cultivos, por lo que no es raro que nuestros agrónomos sugieran reducir el uso de fertilizantes. Abogamos por utilizar la cantidad justa de abono, y es evidente que con un 30% de fertilizante, el agricultor puede conseguir hasta un 30% más de rendimiento. Los fertilizantes especiales de Haifa están diseñados para aumentar el rendimiento de los cultivos y a la vez, minimizar el impacto medioambiental, ahorrando entre 25 y 50 gramos de CO2 equivalente por kilo de rendimiento producido”, y es que según explica el director general internacional de la compañía, a medida que nos acercamos a 2050, la agricultura mundial se enfrenta a retos críticos que exigen medidas urgentes que ponen de manifiesto la necesidad imperiosa de replantearnos nuestro enfoque de la seguridad alimentaria. Abordar estos retos requiere métodos avanzados de fertilización y una gestión precisa de los nutrientes a través de la tecnología. Apoyar a los agricultores con conocimientos, ayudas públicas e inspirar a los jóvenes orientados a la tecnología para que se incorporen a la agricultura puede combatir los problemas agrícolas y mejorar la seguridad alimentaria. La investigación, la innovación y la colaboración entre sectores son esenciales para impulsar soluciones sostenibles”; algo por lo que Haifa apuesta asimismo por la transferencia del conocimiento, ofreciendo, de manera gratuita a través de su web, herramientas para ayudar a los agricultores de todo el mundo a determinar el mejor método de fertilización en función de su ubicación, la estación y el tipo de cultivo.
Una fidelidad a las circunstancias en las que nació que llevan a Haifa hacia su compromiso de promover un futuro mejor para la humanidad y el planeta, con el objetivo de que el mundo pueda cultivar más alimentos, utilizando menos recursos, para lograr la seguridad alimentaria de las generaciones venideras. Tanto es así que Haifa Group está invirtiendo 700 millones de dólares en su principal centro de producción en Israel, Haifa Negev Technologies. Unas inversiones que incluyen la construcción de nuevas instalaciones de producción para nuevos productos, así como iniciativas para cumplir los requisitos normativos y aumentar la capacidad de producción. Es el caso de su nueva planta de Blue Ammonia (Blumonia o amoníaco azul), cuyas obras están a punto de finalizar, según apunta Levin: “En consonancia con el compromiso de Haifa con una economía circular, la planta funcionará con un campo de energía solar fotovoltaica, proporcionando energía renovable para sus operaciones. Además, Haifa tiene previsto integrar un sistema de captura de carbono, que permitirá capturar el CO2 emitido en el proceso, venderlo o utilizarlo para crear nuevos productos innovadores a partir de esta materia prima”, y es que, con una inversión aproximada de 300 millones de dólares, esta instalación representa una de las inversiones empresariales y de sostenibilidad más importantes de Haifa en los últimos años, lo que da cuenta de la importancia de las consideraciones ambientales para la compañía en la producción de amoníaco, logrando superar hasta en un 60% la eficiencia en este proceso en comparación con los métodos de producción tradicionales, así como minimizar las emisiones atmosféricas y eliminar los vertidos.
Además, durante el pasado mes de julio, Haifa, en colaboración con la Compañía de Ferrocarriles de Israel, puso en marcha una nueva extensión ferroviaria y una terminal de carga. Una iniciativa que aumenta las capacidades logísticas del centro, mejora el rendimiento de la cadena de suministro y favorece el desarrollo sostenible con la que se prevé transportar miles de toneladas de productos al día, reduciendo el tráfico por carretera, lo que disminuirá en un 50% la huella de carbono relacionada con el envío de productos, según indica Motti Levin, director general internacional de Haifa; compañía que no sólo trabaja para optimizar los procesos de transporte, sino de toda su cadena de suministro, seleccionando proveedores que cumplan con sus requisitos ESG y éticos en una firma apuesta por la sostenibilidad y por liderar las prácticas agrícolas sostenibles.
En este sentido, Haifa invierte en investigación y desarrollo para crear soluciones agrícolas y procesos de producción más respetuosos con el medio ambiente a fin de mejorar el rendimiento medioambiental de sus productos y operaciones. Tanto es así, que “entre 2022 y 2023, se produjo una reducción del 28% de la huella de carbono en los alcances 1 y 2 de nuestra planta principal, Haifa Negev Technologies, y se logró la reutilización del 100% de los lodos industriales como materia prima”, destaca Levin, quien subraya que “cada producto o proceso de nuestro departamento de I+D también se evalúa a través de la lente del impacto y los efectos medioambientales. Llevamos a cabo grupos de trabajo sobre innovación en los que uno de los criterios para implantar una nueva tecnología o solución es la sostenibilidad, por lo que estamos considerando la posibilidad de invertir en tecnologías en estos ámbitos. Cada acción que emprendemos tiene en cuenta factores de sostenibilidad”. Además, también busca, entre otros factores que afectan a la compañía y a la industria agrícola como ir acorde a las tendencias normativas del futuro, los cambios en los mercados y los requisitos de sus clientes; mejorar el comportamiento medioambiental de los productos, por los que uno de sus principales proyectos de I+D, y que la compañía está liderando en los últimos años, es el desarrollo de un nuevo recubrimiento biodegradable para la cartera de productos CRF, fertilizantes de liberación controlada. “Los fertilizantes CRF tienen un impacto medioambiental significativo, ya que eliminan la contaminación del suelo y las aguas por productos químicos residuales, no absorbidos por las plantas. Para mejorar este impacto, y en línea con las futuras tendencias normativas, Haifa se esfuerza por desarrollar un recubrimiento biodegradable, como alternativa al polímero que se utiliza actualmente”, recalca el director general internacional de la compañía.
Bajo estas premisas, Haifa se ha comprometido a ampliar su presencia mundial mediante la creación de nuevas filiales, que complementarán las 19 actualmente en funcionamiento. “Cada filial funciona como un centro regional, mejorando nuestra capacidad de llegar a más de 100 países en todo el mundo. El año pasado, creamos una nueva filial en la India con el objetivo de ampliar nuestra presencia en el mercado tanto en la India como en Extremo Oriente, junto con nuestra filial ya existente en Asia Oriental y el Pacífico. También estamos creando instalaciones de fabricación y mezcla en todo el mundo para ofrecer a cada mercado productos adaptados a sus necesidades. Nuestros departamentos de marketing e I+D se centran en desarrollar nuevos productos y ampliar nuestra gama, como demostramos hace tres años con la introducción de nuestra familia de productos de Microelementos y Bioestimulantes”, explica Motti Levin, quien sostiene que la innovación impulsa el crecimiento de la compañía, dedicándose a identificar e invertir en nuevas tecnologías que permitan a los agricultores tomar decisiones de gestión agrícola en tiempo real para obtener resultados óptimos. “Por ejemplo, hace dos años, Haifa adquirió la aplicación Croptune, que utiliza IA para detectar deficiencias de nitrógeno en las plantas a través de imágenes de smartphone. Esto ayuda a los agricultores a optimizar el uso de fertilizantes, reducir costes y aumentar el rendimiento, evitando al mismo tiempo la sobrefertilización. Puede ahorrar hasta un 30% de nitrógeno y aumentar el rendimiento hasta un 20%. Este año, Croptune recibió la certificación ISO 17025, convirtiéndose en el primer laboratorio de IA certificado a escala mundial”, asegura el CEO internacional de Haifa, quien afirma que Europa, donde el Grupo tiene seis filiales, es “nuestro mercado principal, por lo que seguimos de cerca la normativa europea y ajustamos nuestras operaciones en consecuencia. De esta manera, Haifa ha cumplido sistemáticamente los requisitos reglamentarios derivados del Nuevo Reglamento Europeo de Productos Fertilizantes y estaba preparada para estos cambios. De hecho, hemos nombrado un vicepresidente de Regulación, Medio Ambiente y Sostenibilidad que dirige la estrategia IMPACT de nuestro grupo, así como hemos publicado objetivos de IMPACTO para 2030 y creado planes de trabajo en todos los departamentos, incluidas nuestras filiales. Además, controlamos las emisiones, las aguas residuales y los residuos en nuestras instalaciones operativas y aplicamos tecnologías avanzadas para reducirlos. En este sentido, el año pasado informamos a la CBAM (Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono) por primera vez, y nos estamos preparando para la CSRD. También estamos trabajando para incorporar materiales reciclados a nuestros envases, como exige la normativa y, por supuesto, el revestimiento biodegradable CRF. Asimismo, este año hemos introducido un Código de Conducta de Proveedores para garantizar que todos los proveedores cumplen normas de responsabilidad medioambiental y social similares a las nuestras; y completamos una evaluación de riesgos climáticos, que nos ayudará a desarrollar acciones para considerar y prepararnos para estos riesgos en nuestras operaciones. De esta forma, cumplimos todos los requisitos normativos e informamos a todos en consecuencia”, desgrana Levin.
Y es que Haifa en su compromiso de procurar la seguridad alimentaria para las futuras generaciones, ha definido tres motores de crecimiento, que se configuran en valores fundamentales para la compañía: innovación, impacto y ‘compassion’. “Por un lado, mientras el mundo se enfrenta a los retos del aumento de la población y el cambio climático, nosotros utilizamos la INNOVACIÓN para mejorar el sector agrícola. Nos centramos en desarrollar soluciones avanzadas utilizando las últimas tecnologías, sobre todo en eficiencia en el uso de nutrientes y agricultura de precisión. Los productos de la empresa ayudan a proporcionar una nutrición óptima adaptada a las necesidades de las plantas. Haifa hace hincapié en la innovación dentro de la organización, con el apoyo de un departamento específico de I+D, explotaciones agrícolas de investigación y desarrollo, y colaboraciones con diversas instituciones. Se anima a los empleados a aportar ideas a través de grupos de trabajo interempresariales”- explica Motti Levin, quien prosigue indicando que, por otro lado, “la estrategia IMPACTO de Haifa está diseñada para mejorar las contribuciones positivas del Grupo al medio ambiente y a la sociedad a lo largo de toda su cadena de valor. La empresa considera que sus soluciones y servicios de nutrición vegetal son elementos clave para liderar y acelerar la transición mundial hacia una agricultura sostenible. Además, el Grupo da prioridad a la diversidad, la equidad y la inclusión, junto con el bienestar y la seguridad de sus empleados y proveedores, y el compromiso activo con la comunidad”, mientras que “el valor de COMPASSion (con doble s), como guía o brújula del Grupo, está arraigado en la cultura y el discurso internos de la empresa y se extiende desde ahí a todas las relaciones con nuestros grupos de interés externos: clientes, proveedores y socios de crecimiento”, expone el CEO, exponiendo que este valor de la compañía se revierte en la sociedad, ya que desde su creación, se ha convertido en parte integrante del enfoque empresarial del grupo. “Como estrategia, Haifa identifica posibles interlocutores sociales, normalmente ONG, y colabora con ellos a través de diversos canales. Para cada asociación, Haifa aporta dos tipos de recursos: donaciones monetarias y horas de voluntariado de los empleados. Aumentar el nivel de impacto y contribución a la comunidad es una prioridad máxima para Haifa y un aspecto importante de sus operaciones. Este esfuerzo está gestionado y supervisado por el consejero delegado y el vicepresidente global de RRHH, que dirigen la selección de objetivos sociales y elaboran el presupuesto dedicado a donaciones. Cada filial debe desarrollar un programa anual de impacto en la comunidad como parte de la iniciativa global de Haifa para aumentar su impacto en la comunidad”, asegura Levin, quien explica que se han fijado objetivos a largo plazo para aumentar el porcentaje de empleados que participan en actividades de voluntariado. En consecuencia, en 2023 se produjo un aumento del 120% en las horas de voluntariado de los empleados en comparación con 2022, y se asignaron recursos adicionales al impacto comunitario en Israel, apoyando a la población y a los socios locales de Haifa durante la guerra del 7 de octubre.
Participación de Haifa en Infoagro Exhibition
La filial española de la compañía israelí ya ha confirmado, una edición más, su presencia en la feria de producción intensiva Infoagro Exhibition, que se llevará a cabo del 21 al 23 de mayo en el Palacio de Congresos de Aguadulce (Roquetas de Mar, Almería), en cuya anterior edición la empresa fue galardonada con el premio en la categoría de Nutrición Vegetal en una ceremonia el director comercial de Haifa Iberia afirmó que Infoagro Exhibition es una cita muy importante para la compañía al ser un evento en el que el agricultor de Almería es el protagonista; una agricultura que tiene un papel destacado en el enfoque de los nuevos desarrollos de productos y en la estrategia general de Haifa. Unas palabras que el director general internacional de la compañía, Motti Levin, retoma para indicar que “la agricultura de Almería es muy parecida a la de Israel, ya que, en ambos territorios pese a las duras condiciones climatológicas y falta de lluvias, se ha conseguido instaurar una agricultura de precisión de éxito, ser punta de lanza de nuevas tecnologías y metodologías de cultivo y ser referentes a nivel internacional y todo ello, además, haciéndolo de forma sostenible y rentable para el agricultor. En Haifa nos sentimos muy cerca de los agricultores de Almería por nuestras condiciones similares y porque nos sentimos respaldados por la confianza que nos depositan desde hace tantos años y que nos lleva a pensar en el impacto positivo que pueden tener nuestros nuevos productos y soluciones en ambas zonas. Por lo tanto, para nuestros nuevos desarrollos siempre pensamos en las necesidades que a nivel nutricional pueden tener agricultores tan profesionales y dedicados como los de Almería y satisfacerlas con productos de la máxima calidad y el mejor servicio al cliente”, sentencia.
Redacción Infoagro: Lydia Medero