ASAJA GRANADA celebró ayer su Asamblea General de Socios, donde se presentó el balance del ejercicio agrícola y ganadero del año 2024, se aprobó la memoria de actividades, las cuentas del ejercicio 2024 y el presupuesto para el año 2025. Durante la sesión se analizaron, principalmente, las movilizaciones que iniciaron el año, la situación hídrica de sequía, el agravamiento de la falta de mano de obra, los aranceles y los desafíos que se abren con la próxima reforma comunitaria post-2027.
El año 2024 comenzó con movilizaciones generalizadas en toda España, y Granada no fue una excepción. ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias, en unidad de acción, se concentraron el 20 de febrero ante la Subdelegación del Gobierno y el 22 de marzo protagonizaron una tractorada bajo el lema “Los imprescindibles: agricultores y ganaderos” para denunciar el aumento descontrolado de los costes de producción, la competencia desleal de países terceros y la falta de apoyo institucional que siguen castigando al sector. Como resultado, se lograron algunos avances, entre ellos la simplificación de algunos requisitos de la PAC, la flexibilización de Ecorregímenes y un ajuste en el régimen de módulos que excluye el IVA compensatorio del cómputo del límite de 250.000 euros. No obstante, no se alcanzaron medidas estructurales como bonificaciones en la Seguridad Social ni la aplicación efectiva de la cláusula de reciprocidad en las importaciones. Y la ganadería quedó una vez más relegada.
El balance agrícola y ganadero de 2024 mostró una recuperación parcial en algunos sectores: la cosecha de cereales subió hasta las 21.722 toneladas (frente a 8.393 en 2023), aunque en la zona norte se perdió más de la mitad por la sequía y no acompañaron los precios que entraron a principios de 2025 en una tendencia bajista muy alarmante. La almendra recuperó precios debido a una mayor demanda mundial, pero la cosecha apenas alcanzó las 28.394 toneladas grano, a pesar de las expectativas iniciales de mejora, situándose un 31% por debajo de la media provincial. El espárrago verde, uno de los principales cultivos hortícolas de la provincia se saldó con más de 26.000 toneladas, un 39% más que en 2023 y en la media, pero lejos de las previsiones de 35.000 toneladas, con precios estables. En olivar, la campaña 2024/2025 mejoró con 105.222 toneladas, aunque sin reflejo en los precios medios que han bajado desde los 7,40 euros/kg hasta los 3,13 euros el virgen extra y con preocupación del sector por la pérdida de rentabilidad. En ganadería, en general, hubo una tendencia alcista en los precios de la carne, pero con elevados costes de producción y la preocupación por las enfermedades animales. Y comenzó a desplomarse el precio de la leche de cabra de 1,47 euros/kilo a 0,9 euros/kilo entrando el sector en una grave crisis por no cubrir costes.
La situación hídrica de sequía fue y se sigue siendo la máxima preocupación. A pesar de ser 2024 el año más lluvioso que la media después de cinco años secos también ha sido uno de los más calurosos (casi dos grados más) y los embalses apenas alcanzan hoy un 40,60% de su capacidad, por debajo de la media de los últimos cinco años (52,83%), algunos, como el embalse de Colomera, el nivel se sitúa al 22,50%. Al respecto, se insistió en la necesidad urgente de acometer nuevas infraestructuras hidráulicas, aprovechar aguas regeneradas y promover trasvases que garanticen la viabilidad de la agricultura y la ganadería en la provincia. Otro de los focos de preocupación señalados fue el agravamiento de la falta de mano de obra en el campo. A la ya persistente dificultad para encontrar trabajadores se sumaron factores como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y la incertidumbre por la reducción de la jornada laboral y la carga administrativa vinculada al registro horario que se prevé implantar. Se valoró como positiva, aunque claramente insuficiente, la medida incluida en la Ley contra el Desperdicio Alimentario, que amplía a 120 días la duración máxima de los contratos eventuales por circunstancias de la producción, aportando algo de flexibilidad.
El año se cerró con una concentración frente al MAPA ante la falta de respuestas eficaces a los muchos problemas que acumulan los agricultores y ganaderos españoles y, principalmente, contra la firma del acuerdo UE-Mercosur con terceros países que penalizan aún más a las producciones locales, dado que no cumplen las normativas comunitarias y producen por debajo de nuestros costes, sumado a la actual batalla comercial por los aranceles que se está librando en 2025 y que agrava más aún la situación del sector restándole competitividad.
Por último, se planteó como principal reto de cara al futuro la reforma de la PAC post-2027 que se está ya negociando en Europa, cuyo presupuesto se decidirá este mismo año en el mes de julio con la aprobación del Marco Financiero Plurianual 2028-2034, situándose el centro del debate el crear de un fondo único de compensación que englobaría también los fondos de Cohesión gestionado por los Estados miembros, lo que podría suponer una renacionalización encubierta, debilitando el principio de cohesión y la soberanía alimentaria europea y una pérdida presupuestaria para la agricultura y la ganadería. ASAJA GRANADA defenderá una PAC más sencilla, con un presupuesto sólido, que mantenga los dos pilares tradicionales (ayudas directas y desarrollo rural), que garantice el relevo generacional y que se adapte a las particularidades del campo granadino.