Se denuncia la falta de voluntad política para tratar de regular unas tarifas eléctricas que se adapten a los consumos de los regantes y no verse obligados éstos a pagar durante todo el año unos términos de potencia que solo necesitan durante los críticos meses que dura la campaña de riego.
Se recuerda que la desproporcionada subida de la factura energética no ha sido de la noche a la mañana. El primer golpe lo asestó el Gobierno socialista en junio de 2008 cuando suspendió las tarifas especiales de riego incorporando al sector al mal denominado mercado libre, lo que provocó un incremento de un 110% de los costes de la energía y el segundo golpe lo ha dado en 2013 el actual Gobierno con la última reforma aplicada en el pasado mes de agosto incrementando la factura de los regantes hasta un 230%, siendo la puntilla la nueva subida prevista para enero de 2014.
Hasta ahora, la sensibilidad del Ministerio de Industria ante las necesidades específicas del sector agrario ha sido nula, por eso, y dado que la situación es cada vez más complicada y asfixiante para los agricultores y ganaderos, Asaja ha demandado una reunión urgente con el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, a fin de buscar solución al más grave problema que tienen hoy plateadas las explotaciones de regadío en España y en Andalucía.
Por último, recordar que las explotaciones andaluzas de regadío, que sólo cultivan un millón de hectáreas, el 22% de toda la superficie agraria útil de la región, generan el 60% de la producción final agraria y el 55% de todo el empleo generado en la agricultura.
Por este motivo, se da la voz de alarma ante esta severa realidad que puede suponer el abandono de muchas explotaciones en nuestra provincia, que no podrán hacer frente al encarecimiento continuo de todos sus gastos.