El director general de la Producción Agrícola y Ganadera, Rafael Olvera, ha mantenido recientemente una reunión con representantes de organizaciones profesionales agrarias y entidades del sector arrocero andaluz para estudiar posible actuaciones de futuro que “garanticen el buen estado de las cosechas y, por tanto, la rentabilidad de las explotaciones, al tiempo que se respeta el entorno y la normativa en vigor”.
Olvera ha resaltado la necesidad de trabajar conjuntamente para mejorar “la compleja situación” en la que se encuentra este cultivo en cuanto a herramientas fitosanitarias disponibles para un correcto manejo de plagas y enfermedades vegetales. No en vano, esta circunstancia ha hecho necesario solicitar diversas autorizaciones excepcionales al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en los últimos años.
Con el fin de superar este obstáculo en el futuro, desde la Consejería se ha presentado a los asistentes un documento de trabajo que apuesta por la gestión integrada de diversas plagas que afectan al arroz. Esta planificación se basa en la aplicación de técnicas más sostenibles de lucha contra las plagas a través de medidas culturales, de muestreo y de intervención temprana dirigidas, por un lado, a reducir las poblaciones, y por otro, a promover un manejo menos dependiente de los productos fitosanitarios.
Respecto al empleo de estos métodos respetuosos con el entorno, Olvera ha puesto en valor el papel de las Agrupaciones de Producción Integrada (API) de arroz de Andalucía, que han puesto en marcha “un programa de aplicaciones aéreas de fitosanitarios seguro y responsable” y pueden servir de vía para el desarrollo de las actuaciones que contemple el futuro plan. Asimismo, el director general ha reconocido “el gran esfuerzo y buen hacer” de estas entidades y de los productores andaluces, que se han ajustado a las restricciones sobre las aplicaciones aéreas de fitosanitarios que contempla la normativa dirigida a lograr un uso sostenible de estos productos.
El sistema adoptado por los arroceros ha permitido mantener aquellas aplicaciones aéreas que los agricultores no podían sustituir por otros medios compatibilizando su uso con el respeto a otros cultivos, al medio ambiente y a la seguridad de los ciudadanos.
Por otro lado, desde la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural se ha solicitado al sector su colaboración en la vigilancia y detección temprana de la presencia del caracol manzana, una especie exótica invasora muy dañina para el cultivo que se ha detectado en la Comunidad Autónoma de Cataluña pero aún no está presente en Andalucía.