Las primeras previsiones auguran un mal año para el sector olivarero en Argentina. Según publicaba en fechas recientes el diario ‘Clarín’, “un dólar que ronda los ocho pesos debería ser una buena noticia para los industriales del rubro, ya que la mayor parte de la producción se exporta a Brasil”. Sin embargo, apunta el rotativo, “la devaluación de la divisa nacional no compensa los costes internos crecientes, la retención sobre las exportaciones y la creciente competitividad en el mercado brasileño”.
Así, la industria local coincide en señalar que la presente temporada será una de las peores cosechas olivícolas de la historia. En el transcurso del pasado ejercicio, La Rioja -provincia en el noroeste del país- cosechó en torno a 130 millones de kilogramos de aceitunas, un volumen sensiblemente superior a los 30 millones pronosticados para 2014. Del mismo modo, las regiones de San Juan y Mendoza (en el centro oeste) y Catamarca (en el noroeste) también constatan una caída importante de la producción.
Brasil, un mercado clave para la aceituna argentina
En 2013, Argentina exportó a Brasil más de 23 millones de kilos de aceitunas por valor de 29,3 millones de dólares (21,2 millones de euros), un dato que representa un 75% del total de la facturación en concepto de ventas al exterior.
En cuanto al aceite de oliva, la comercialización de, aproximadamente, 1,1 millones de kilos (4,9 millones de dólares, unos 3,5 millones de euros) contabilizó el 23% del valor total exportado.