La fase de plantación de la presente campaña fresera 2014/2015 recientemente finalizada arroja una superficie total del conjunto de frutos rojos en la provincia de Huelva similar a la de la anualidad pasada, en la que se plantaron 9.500 hectáreas, por las 9.460 que lo estarán en la presente campaña.
La Asociación de Productores y Exportadores de la Fresa de Huelva, Freshuelva, ha informado de que, no obstante, el crecimiento de hectáreas plantadas de frambuesas, arándanos y moras contrasta con el descenso experimentado por las fresas, lo que es fruto de la fuerte competencia de la producción de otros países en el mercado y la conciencia de los agricultores de buscar nuevas alternativas con las que solventar esta problemática y el descenso en la rentabilidad de los cultivos.
Por ello, la superficie plantada de fresa ha experimentado un descenso del 9,2%, ya que de las 6.980 hectáreas del pasado año, habrá unas 6.340 hectáreas en esta campaña, según los datos aportados por las empresas asociadas a Freshuelva. Estas cifras evidencian que la superficie vuelve a niveles de 2011 y 2012. Por el contrario, frambuesas, arándanos y moras experimentan un crecimiento medio del 25% de superficie plantada.
En concreto, en esta campaña habrá 1.560 hectáreas de frambuesas plantadas, por las 1.300 que hubo el año pasado, lo que supone un incremento del 20% de superficie habilitada para la producción de frambuesa. En el caso de la mora, se pasará de 70 a 90 hectáreas plantadas, lo que se traduce también en un incremento del 28,6%, el mayor de los experimentados por todas las berries, ya que la superficie de arándanos crece un 27,8%: de 1.150 a 1.470 hectáreas, aunque hay que tener en cuenta que en el arándano su producción comercial se inicia a partir del tercer año, al tratarse de un arbusto.
La organización agraria ha constatado que estos tres cultivos tienen una mayor proyección hacia la zona de la Costa Occidental de Huelva, donde se cuenta con la garantía del agua superficial necesaria para los mismos.
Durante la plantación, que se ha prolongado durante el mes de octubre y los primeros días de noviembre, se han registrado elevadas temperaturas y una climatología seca que ha complicado la evolución de las plantas de fresa una vez realizado el trasplante desde los viveros de Castilla y León a las zonas de cultivo de la provincia.