ASAJA Salamanca ha realizado varias alegaciones al programa de ayudas agroambientales que contempla el nuevo Programa de Desarrollo Rural propuesto por la Junta de Castilla y León, al considerar que es una de las provincias más perjudicadas con la iniciativa avanzada por la Administración Regional.
Entre las medidas reclamadas por ASAJA Salamanca se encuentra la existencia de una línea de apoyo a las explotaciones extensivas de secano, similar a la actual medida de agroecosistemas. Al mismo tiempo, y de mantenerse la propuesta realizada por la Junta de Castilla y León enfocada exclusivamente hacia los humedales, la Organización Agraria reclama que se incluya la zona del Azud de Riolobos.
ASAJA Salamanca también reclama medidas excepcionales para los jóvenes que quieren incorporarse durante el 2015 para que se le permita ser beneficiarios de las ayudas agroambientales en su primer año como agricultores. Por otra parte, la Organización considera que en este primer año habría que eximir a los agricultores de cumplir ciertos requisitos que contempla la normativa y que deberían haberse empezado a cumplir el pasado mes de octubre, teniendo en cuenta que hasta el próximo mes de mayo no sabrán si recibirán dichas ayudas agroambientales.
Respecto a la apicultura, ASAJA Salamanca pide que las ayudas del Capítulo III vayan enfocadas a los profesionales y se les exija tener al menos 250 colmenas en su contrato agroambiental e inscritas en el REGA. Así mismo se reclama que el cuaderno agroambiental sólo sea cumplimentado por las explotaciones trashumantes, con los asentamientos de la medida agroambiental, y no por todos los asentamientos que tenga el apicultor, puesto que ya hay normativa existente respecto al movimiento de colmenas y el libro de registro.
También se pide conservar las medidas actuales relacionadas con la posibilidad de modificar la distancia entre asentamientos de colmenas, en base a la flora melífera, previa autorización de cada Servicio Territorial, o por mutuo acuerdo entre titulares de colmenares.
Finalmente, se insiste en la necesidad de limitar el periodo de permanencia en Castilla y León de los colmenares a cuatro meses, los comprendidos entre el 1 de abril y el 31 de octubre, debido a la climatología adversa y la falta de polinización.