El arroz es un cereal muy importante en la alimentación humana, está considerado alimento básico en muchas culturas culinarias (en especial la cocina asiática), así como en algunas partes de América Latina. Es el segundo cereal más producido en el mundo, después del maíz y contribuye de forma muy efectiva al aporte calórico de la dieta humana actual.
El arroz se tipifica en tres categorías, por el tamaño de su grano (corto, medio y largo); por su color aroma y tacto (glutinoso, aromático y pigmentado) y por su tratamiento industrial (vaporizado y precocido).
Esta importancia que reviste al arroz es lo que ha motivado a realizar un sinfín de investigaciones con el propósito de mejorarlo, tal es el caso de la labor realizada, por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) el cual ha aportado semillas mejoradas, resistentes y más productivas, como las variedades Golfo y Pacífico.
Las variedades más importantes que se cultivan en México son (por orden alfabético): Ánimas, Aztecas, Choca, El Silverio, Inflart RT, Milagro Filipino, Morelos (cuenta con Denominación de Origen), Palay y Tres Ríos.
Un aspecto muy importante que debe procurarse en el cultivo del arroz, es el control de plagas y enfermedades ya que barrenadores, pájaros y roedores, así como hongos, son las principales causas de pérdidas económicas considerables.
Actualmente la SAGARPA, a través del INIFAP estableció una estrategia de control de plagas y enfermedades que protegen al arroz. Asimismo, existe un control legal, mediante el cual se evita la introducción y dispersión de plagas clasificadas como de importancia económica.
México cuenta con más de cuatro mil productores de arroz, principalmente en los estados de Nayarit, Tamaulipas, Veracruz, Michoacán y Campeche, quienes generan un poco más de cinco mil empleos directos y 12 mil empleos indirectos.
En la actualidad la producción nacional se estima en 236 mil toneladas con una proyección de crecimiento a 350 mil para el 2018.