INIA La Cruz por primera vez se encuentra generando nuevo conocimiento en torno al uso de cubiertas vegetales en huertos orgánicos de nogales.
Los ensayos contemplan el establecimiento de diferentes alternativas de leguminosas tanto de grano (arveja, haba, lupino) como forrajeras (alfalfa y mezcla de leguminosas anuales) y comprender las numerosas interacciones que ocurren entre el suelo, microorganismos, plantas, insectos fitófagos y enemigos naturales.
Se ha visto que el manejo de cultivos de cobertura del suelo juega un rol clave en sistemas de cultivo orgánico ya que contribuyen con la fertilidad del suelo y la regulación de plagas.
Tal y como asegura el investigador en agroecología, Dr. Aart Osman, que lidera esta iniciativa, “se trata de un estudio a dos años con diferentes tratamientos de manejo de la cubierta del suelo donde se evalúa el establecimiento de distintas especies de leguminosas (haba, lupino, arveja, tréboles, vicia y alfalfa), brásicas (mostaza, raps, nabo) y gramíneas (avena)”.
El propósito principal, en el caso de nogales orgánicos, es cuantificar los aportes de Nitrógeno que las cubiertas de leguminosas pueden hacer a la nutrición del árbol. Según el especialista, este estudio específico, “busca conocer el aporte de nitrógeno al suelo que realizan las leguminosas ya que la producción orgánica necesita incrementar las fuentes de Nitrógeno, pues no utiliza fuentes inorgánicas”. Por eso, recalca el investigador, “se estudia su contribución a la calidad física y biológica del suelo y disminución de la compactación del suelo, que es un problema generalizado en huertos de frutales”.
A través de los resultados que arroje este estudio se aspira a aumentar la biodiversidad, fertilidad del suelo, sanidad de los árboles, manejar las malezas, fomentar y conservar insectos benéficos, provisionar de materia orgánica el suelo, mejorar la estructura del suelo y disminuir la población de malezas de difícil control.
El grupo multidisciplinario de especialistas en entomología y fitopatología, manejo de suelo, cultivos de coberturas, periódicamente realiza mediciones de producción de biomasa de las cubiertas y de las respuestas en crecimiento y producción de los árboles (circunferencia del tronco, longitud de brote fructífero, entre otras mediciones).
El equipo de trabajo lo integran los profesionales Cecilia Céspedes León, Soledad Espinoza Troncoso, Viviana Barahona Leiva, Fernando Rodríguez Alvarez, Ernesto Cisternas Arancibia, Sylvana Soto Alvear, Gamalier Lemus Sepúlveda, Matías Quiroz Pizarro y Giovanni Lobos Lobos.
La sanidad del cultivo también es un aspecto importante que considera este estudio y es por eso que el grupo de entomólogos se encuentra evaluando las mejores estrategias para incrementar la eficacia de los depredadores y parasitoides.
Se realizan periódicos monitoreos y muestreos a través de red entomológica (bolsa de tul o visillo sostenida por un aro de alambre acerado), para observar la respuesta de las poblaciones de insectos al entorno y ver qué insectos colonizan el agroecosistema desde el medioambiente.
Dentro de la biodiversidad presente en este ensayo se ha observado la presencia de artrópodos parasitoides, depredadores, fitófagos y otros organismos entomopatógenos y descomponedores, que favorecen la biodiversidad en el agroecosistema y contribuyen a la productividad a través del control biológico y la descomposición.
En el caso de las plagas, lo que se busca es reducirlas y mantenerlas a bajos niveles, a través de las interacciones que se producen entre especies vegetales presentes, sus artrópodos asociados y los enemigos naturales.
El ingeniero agrónomo Aart Osman, asegura que este estudio apunta a un perfil de productor que basa su proyecto en los principios que rigen la producción agroecológica de realizar una agricultura con bajo impacto y producción de alimentos seguros, confiables y saludables. “La baja diversidad de especies y cultivares en la agricultura convencional, genera una baja eficiencia del uso de los recursos ya que las poblaciones monoespecíficas de plantas y organismos compiten por los recursos. La integración de cultivos de cubertura en el agroecosistema aumenta la diversidad funcional”.
El proyecto
El proyecto lleva por nombre “Desarrollo de un protocolo para la producción de nueces orgánicas”, iniciativa que es encabezada por los ingenieros agrónomos PhD, AartOsman y Carlos Ovalle.
Consiste en validar y mejorar prácticas de manejo orgánico en un predio modelo de nueces orgánicas. Las prácticas están orientadas al manejo de la calidad y fertilidad del suelo y el manejo de las principales plagas.
La iniciativa cuenta con el financiamiento de la Corfo a través del concurso “Bienes públicos estratégicos para la competitividad 2017”, y el período de ejecución es entre septiembre del 2017 y agosto del 2020.