La Federación de Productores Hortofrutícolas de la provincia de Las Palmas, FEDEX, y la Asociación de Cosecheros Exportadores de Tenerife, ACETO, han dado por concluida la campaña 2018/2019 con una mejora sustancial en relación a la campaña pasada, 2017/18.
En el caso de la provincia de Las Palmas los resultados mejoran con respecto a la campaña anterior. Tal es así que, pese a acortar la exportación en un mes, reducir la superficie en 51 hectáreas y contar con una empresa menos, el volumen de tomate exportado ha sido de dos mil toneladas más (45.779,3 Tm.) frente a las enviadas en la zafra 2017/18 (43.717,1 Tm.), lo que supone casi un 5% más.
Por su parte, la provincia de Santa Cruz de Tenerife ha reducido drásticamente el volumen exportado, pasando de las 7.920,2 Tm. de 2017/18 a las 5.583,2 Tm. de esta zafra, lo que significa un 29,5% menos. Los motivos del descenso vienen derivados, principalmente, del número de empresas productoras que en la campaña pasada fueron cinco y en esta han sido solo dos las que han exportado.
En el cómputo global de las exportaciones de Canarias durante la campaña 2018/19 de tomates, pepinos, arándanos, calabacines, pimientos y berenjenas las toneladas exportadas han sido 76.618,2 Tm., es decir, 1.884,5 Tm. más que en la anterior.
Es importante señalar que la campaña ha perdido la casi totalidad del mes de mayo que habitualmente era un mes interesante por el volumen de fruta. En esta ocasión la disminución drástica de los precios ha sido determinante para detener los envíos y dar la campaña por finalizada.
En general, y frente al descenso que se ha producido en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, las cifras mejoran y hacen prever que esta podría ser la tónica para las próximas campañas.
El incremento de la ayuda a la hectárea, condicionada al plan de mejora, está dando los primeros resultados. El aumento de la producción empleando menor superficie, es un claro indicativo.
Sin embargo, no todo es positivo en el horizonte de los exportadores canarios. Aún planea la incertidumbre del Brexit que, con la nueva fecha que se ha fijado para el próximo mes de octubre, preocupa mucho por coincidir con el inicio de los envíos de la próxima campaña.
Una de las pocas soluciones que podría tener el sector productor canario a este respecto es la aprobación, por parte de la Comisión Europea, de una excepcionalidad basada en nuestra condición de Región Ultraperiférica.
También es motivo de intranquilidad el desarrollo que está teniendo la afección de la plaga de la Tuta Absoluta que, en el caso de los productores de exportación, les ha ocasionado daños en el final de la campaña; no así a los productores de mercado local que ya acumulan pérdidas muy cuantiosas.
Esta campaña, al igual que las precedentes, ha estado condicionada por los efectos que está provocando el cambio climático. La escasez de lluvias y las altas temperaturas para el periodo de la campaña, han vuelto a sumar otro invierno atípico para lo que es habitual en nuestro Archipiélago que supedita la producción y el efecto, entre otros, de la afección de plagas.
Si bien el tomate ha tenido una campaña aceptable, no ha sucedido lo mismo con el pepino. A los desastrosos precios que se obtuvieron en el ecuador de la zafra, debido a una sobreproducción de otras zonas exportadoras que obligó a la destrucción de miles de toneladas, se unió el problema del transporte y logística para llegar a los clientes en las óptimas condiciones.
Estos resultados apuntan a que en la próxima campaña se mantenga la misma línea para el tomate. No así para el pepino que sí verá reducida la superficie de manera considerable.