“Mucho sacrificio para tan poco beneficio”, “Precios justos para nuestros productos”, o “Basta ya de abusos” fueron algunos de los lemas coreados el pasado jueves por las miles de personas que se manifestaron en Madrid. Provenientes de todas las zonas productoras de olivar, y tras viajar toda la noche en cientos de autocares, los agricultores quisieron demostrar su “fuerza y su determinación” para lograr “unas reglas del juego que les permitan tener futuro”.
La asistencia a la manifestación desbordó las previsiones iniciales, rondando las 50.000 personas. Los organizadores, ASAJA, COAG, Cooperativas Agro-Alimentarias y UPA, agradecieron su presencia a todos los asistentes. Y es que el sector del olivar está en un momento crítico, con unos precios percibidos por los agricultores “completamente hundidos”. En un contexto en el que la demanda crece por encima de la oferta, se ha experimentado una caída de un 44% del precio en origen del aceite de oliva durante el último año, pasando de 3,53 euros/kg en junio de 2018 a cotizaciones por debajo de los 2 euros/Kg en la actualidad, claramente por debajo de los costes de producción, que se sitúan en unos 2,75 euros/Kg).
Esta grave crisis de rentabilidad amenaza la viabilidad de las explotaciones de olivar tradicional y pone en riesgo el modo de vida de más 250.000 familias y cientos de municipios que viven directa e indirectamente de este cultivo. Una nutrida representación de esas familias y esos municipios demostraron su fuerza en Madrid. Tirar la toalla no entra entre los planes de los asistentes, que remarcan querer “desarrollar su profesión, producir la aceituna que es la base del aceite de oliva virgen extra y quedarse a vivir en sus pueblos”.
Cambios en las leyes para regular el mercado
Según los organizadores, las reglas del juego favorecen a especuladores e intermediarios, que hunden las cotizaciones del aceite destruyendo valor a lo largo de la cadena de valor del aceite. Por ello, los agricultores demandan la activación de los mecanismos existentes, pero también una revisión y reforma completa de los mismos, endureciendo las normas para proteger “a los que lo hacen bien, a los agricultores del olivar tradicional”.
¿Qué piden los manifestantes? Tabla reivindicativa por un olivar vivo
- Exigimos precios justos para un olivar vivo.
- Revisión completa del sistema de almacenamiento privado, con actualización inmediata de los precios de desencadenamiento que tengan en cuenta los costes de producción.
- Establecimiento de normas de autorregulación del mercado con carácter obligatorio para todo el sector.
- La PAC debe asegurar el mantenimiento del olivar y el relevo generacional.
- Medidas de apoyo para los olivares con mayores dificultades, cuyo papel socioeconómico, ambiental y paisajístico es fundamental para el mantenimiento de nuestros pueblos.
- Las políticas de lucha contra el despoblamiento deben tener en cuenta la capacidad del olivar rentable para fijar población.
- Perseguir las actuaciones que provocan una banalización del aceite de oliva y su utilización como producto reclamo. Promover un mejor conocimiento de las calidades del aceite de oliva por parte del consumidor.
- Legislar de manera clara y contundente para acabar con la venta a pérdidas. Perseguir actuaciones que vulneren las normas de competencia y mejorar la transparencia en la formación de precios del aceite.
- Apoyar la concentración y el asociacionismo para mejorar el valor añadido obtenido por los productores.
- Asegurar por parte de las administraciones la trazabilidad y la calidad del producto ofrecida por los productores y preservar el prestigio del aceite de oliva español reconocido sobradamente por su alta calidad a nivel mundial.