Según el Departamento de Acción Climática, solo en la Plana de Lérida las bajas temperaturas durante tres jornadas consecutivas han provocado daños en 50.000 hectáreas, a las que hay que sumar otras zonas productoras de Lérida, Tierra Alta y La Ribera de Ebro.
A pesar de los esfuerzos de los agricultores, que han pasado noches en vela para gestionar los sistemas de protección anti helada, estos no han funcionado en zonas donde las temperaturas descendieron más de 6 °C bajo cero, y algunos cultivos tendrán un 100% de afectación.
Las cosechas más malogradas serán las de almendra y fruta dulce. Según las previsiones del DACC, en las zonas con las temperaturas más bajas se prevén pérdidas de entre un 80-100% en todos los cultivos de fruta de hueso, almendra y pera. Por otro lado, ha avanzado que en cultivos como el albaricoquero apuntan a pérdidas del 80% o más, y sufrirán los efectos de las heladas las cerezas, las nectarinas o los melocotoneros.
Aun así, hasta que pasen 4 o 5 días no se podrá saber si el alcance de los daños en la fruta será mayor. En el caso del olivo hasta la llegada del buen tiempo no se podrá determinar qué ramas han quedado inutilizadas, para poder cuantificar la pérdida de producción.
Osvald Esteve, representante de la sectorial Laboral de JARC y de la Fruta de COAG, añade un factor que agrava esta situación, y es que a causa la espiral alcista de los costes de producción, muchos agricultores habían avanzado la compra fitosanitarios y abonos para toda la campaña, y con una previsión de pérdida total o muy menguada de la cosecha estarán totalmente endeudados.
Ante la magnitud del desastre para los productores de almendra y fruta dulce, Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC, por sus siglas en catalán) pide a las administraciones autonómica y estatal ayudas directas para los productores de todos los cultivos afectados por la helada.
JARC pide cambios urgentes en el seguro
Además de agilidad en la peritación y el pago de indemnizaciones, la organización agraria reclama cambios en las condiciones que ofrece Agroseguro, que no responde a los efectos provocados por el cambio climático, donde se suceden continuamente episodios de sequía, heladas e inundaciones. Los más perjudicados son aquellos que sufren estos fenómenos meteorológicos durante años consecutivos, que son penalizados con cada siniestro.
Tampoco se entiende, explica Xavier Cullerès, jefe de la sectorial de Frutos secos de JARC, que el tope de rendimiento para asegurar nuevas plantaciones cubra solo la mitad de la producción.
Por otro lado, Osvald Esteve apunta que muchos fruticultores ya no han podido asegurar este año, porque sufrían las consecuencias de los desastres de campañas anteriores. Además, el seguro por el frío, añade, es muy caro, un 30% de franquicia más el coste de asegurar.
Osvald Esteve, representante de la Fruta de COAG (coordinadora que representa a JARC en el ámbito estatal), se reunirá hoy con Esperanza Orellana, directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, y le trasladará la necesidad urgente de inyectar liquidez a los productores damnificados por el frío, así como la urgencia de revisar las condiciones de los seguros agrarios y concederles ayudas directas.