Unió de Pagesos exige a la Administración una ayuda para el campesinado de cultivos herbáceos que compense la caída del precio que sufre, fruto de las medidas articuladas por la Unión Europea ante los efectos de la guerra en Ucrania, y que ayude a compensar el incremento de costes de producción que también ha provocado esta crisis.
Los mismos datos de la Comisión Europea respecto al impacto de esta guerra en el mercado de las materias primas indican caídas de precio de más del 50% en trigo, cebada, maíz y colza. Por el contrario, el incremento de costes de producción (semilla, maquinaria, energía, mano de obra, fitosanitarios, abonos y otros gastos comunes) ha obligado a la Unión Europea (UE) a articular medidas de apoyo específico para el sector agrario por compensarlo. Las dos únicas medidas que han tenido los productores de herbáceos han sido la ayuda a los fertilizantes de 20 €/ha de secano y 52 €/ha de regadío y el de 40 €/ha al secano por la sequía, cantidades totalmente insuficientes por compensarlo.
En Cataluña, el sector lleva ya dos campañas consecutivas con graves pérdidas de cosecha por sequía y no se puede permitir obtener unos precios por debajo de los costes de producción. La apertura de Europa al mercado del cereal ucraniano ha permitido garantizar la seguridad alimentaria en diversas zonas del mundo pero ha provocado el derrumbe del precio en la UE, afectando directamente a la viabilidad de las explotaciones cerealistas, especialmente en Cataluña, por los efectos de la sequía continuada que ha sufrido la producción y que no ha supuesto los ingresos necesarios.
Unió de Pagesos también pide que se modifique la aplicación de la Política Agraria Común (PAC) en España para evitar la competencia desleal que sufre el campesinado profesional cerealista en Cataluña. Los profesionales del sector del cereal y cultivos herbáceos necesitan llevar mucha tierra para disponer de una explotación viable.
Por otro lado, existe el problema de que el sistema todavía permite que las ayudas las cobre quien declara la DUN y no el campesinado profesional que la trabaja, percibiendo menos ayudas que la tierra que realmente trabaja.
Además, todas las ayudas están limitadas por un número de hectáreas que no se ajusta a la realidad del sector. La ayuda a las primeras hectáreas en el caso de los herbáceos sólo favorece a quien no es profesional. La degresividad de las ayudas (cuanta más tierra se trabaja menos ayuda se percibe) está planteada de forma que a quien más perjudica es al profesional que vive de la actividad agrícola. Por eso, Unió de Pagesos pide que cada hectárea tenga la misma consideración, tanto si sólo se lleva media hectárea como 300 hectáreas en el sector de herbáceos. Es inadmisible que un no profesional no tenga ninguna obligación ni control y sólo las tengan los profesionales. El sindicato considera que esto también es competencia desleal.