El Sector Social del Campesinado Mayor de Unió de Pagesos, a través de la Fundación Pagesos Solidaris, continúa la lucha contra la desigualdad que sufre el campesinado mayor con campañas de sensibilización como la de los talleres 'Buen Trato = Buen Rollo', iniciados hace unos años, para favorecer el buen trato de las personas mayores de territorios rurales.
Con motivo del Día Mundial de la Toma de Conciencia sobre el abuso y el maltrato a las personas mayores, mañana, 15 de junio, Unió de Pagesos se ha adherido al manifiesto del Consejo de las Personas Mayores de Cataluña, que reclama dignidad y respeto, reconocimiento y sensibilización por parte de las administraciones, prevención para erradicar el maltrato a este colectivo, así como soporte, recursos y justicia.
Los talleres 'Buen Trato = Buen Rollo' de Pagesos Solidaris incluyen material (calendarios, pósters, libretos de historia de vida y chapas) destinado a escuelas, entidades ya los Servicios de Atención Integral en el Ámbito Rural, para promover actitudes conscientes que favorezcan un mejor trato a las personas mayores.
Otro ejemplo de estas actividades es el taller 'Semillas por el futuro', consistente en sembrar semillas de plantas aromáticas aprovechando los conocimientos y experiencia de personas mayores con el fin de sensibilizar a niños y niñas de primaria con una actividad conjunta. Es un proyecto apoyado por el Departamento de Derechos Sociales, y con cargo a la asignación del 0,7% del IRPF.
El sindicato recuerda que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato a las personas mayores es un problema importante de salud pública, y que cada año, aproximadamente una de cada seis personas mayores de 60 años sufren algún tipo de abuso en entornos comunitarios.
Unió de Pagesos reclama recursos para luchar contra la discriminación y el maltrato a este segmento de población en el mundo rural, ya que no tiene las mismas ventajas que en los núcleos urbanos en lo que se refiere a los servicios y la situación de aislamiento de algunos municipios, hecho que sitúa a muchas personas mayores en una posición de vulnerabilidad.
El sindicato también denuncia desigualdad y discriminación interseccional que comienza por el hecho de que la pensión mínima del campesinado no está equiparada al salario mínimo interprofesional y por la doble discriminación que sufren las campesinas, que han dedicado toda su vida laboral al trabajo en el campo y que a menudo, no se ha visto reflejado con una pensión de jubilación. A esto sigue un desequilibrio territorial con merma de servicios médicos, sociales, bancarios, de comercio y de transporte, a los que cabe añadir el edadismo como causa de discriminación y menoscabo por cuestión de edad.
