Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, a raíz de los cargos europeos elegidos en el pasado Consejo Europeo y la Agenda Estratégica 2024-2029 aprobada, tema un punto y seguido sin muchos cambios en las políticas seguidas hasta ahora.
El Consejo Europeo del 27 de junio acordó la renovación de Ursula von der Leyen para ocupar la presidencia de la Comisión Europea y nominó a António Costa para la presidencia del Consejo Europeo y a Kaja Kallas a alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, además de aprobar la agenda estratégica que orientará las políticas europeas para el período 2024 a 2029.
La Agenda Estratégica acordada en el Consejo deja pocas esperanzas de que se produzcan cambios importantes en la hoja de ruta de la Unión Europea. Al lado de temas como la defensa de los valores democráticos, la seguridad en un escenario mundial conflictivo o las políticas migratorias o la transformación digital, la transición ecológica y el objetivo de hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro va a seguir ocupando un espacio especialmente relevante. La única referencia en la agenda al sector agrario se vincula al fomento de su competitividad, sostenibilidad y resiliencia y al refuerzo de la posición de los agricultores en la cadena; pero aún aquí se cita junto a la protección de la naturaleza y la reversión de la degradación de los esquemas, ligando políticamente ambas cuestiones.
Por otro lado, en la estrategia comercial, la ausencia de cambios es aún más evidente y la agenda se mueve en lugares comunes de competencia equitativa y acuerdos justos, sin apostar por una decidida defensa de los modelos de producción europeos.
Unión de Uniones desearía que la Presidenta von der Leyen implante en los trabajos de la Comisión una actitud abierta al diálogo con el sector agrario en la toma de decisiones y que, como hizo en la última parte de la anterior legislatura, siga moderando la ambición ambiental de algunos de los proyectos legislativos de la UE, ante los que el sector agrario se ha manifestado claramente en contra por los efectos negativos que aparejaban. Sin embargo, la agenda acordada parece dar pocas pistas en ese sentido.
La organización considera, no obstante, que este manifiesto es lo suficientemente generalista como para ofrecer un margen suficiente a las instituciones europeas para, si hay voluntad política, atender al mensaje que los agricultores y ganaderos europeos les han lanzado con rotundidad en estos últimos meses.
Por otro lado, el tablero del Parlamento Europeo presenta unos equilibrios de mayorías distintos a los precedentes y es en ese tablero donde se va a configurar el poder de las Comisiones parlamentarias para validar a los candidatos a las diferentes Comisarías, entre ellas la de Agricultura y la de Medio Ambiente y para codecir en las iniciativas reglamentarias y en los presupuestos. “Esperemos que esos nuevos equilibrios puedan dotar de sensatez a la política agraria y comercial europeas para que los agricultores y ganaderos podamos cumplir el papel estratégico que tenemos en nuestra sociedad”, concluyen.