El pepino (cohombro, alpicoz, alficoz) es una hortaliza perteneciente a la familia de las cucurbitáceas, cuyo nombre científico es Cucumis sativus.
Es una planta herbácea anual, monoica, rastrera o trepadora, siempre que se le facilite un sistema de “entutorado” adecuado.
La planta de pepino (cohombro, alpicoz, alficoz) presenta un sistema radicular muy potente que consta de una raíz principal, que se ramifica rápidamente para dar lugar a raíces secundarias superficiales muy finas, alargadas y de color blanco. Además posee la facultad de emitir raíces adventicias por encima del cuello.
El tallo principal es anguloso y espinoso, presentando nudos en los que se desarrollan los zarcillos y las hojas. De las axilas de cada hoja nacerán los brotes de segundo orden.
Las hojas están insertas de forma alterna en el tallo, son pecioladas (con peciolos de 4-7 cm largo) y presentan un limbo lobulado con 3 ó 5 lóbulos más o menos pronunciados (el central más acentuado y generalmente acabado en punta), de color verde oscuro y recubierto de un vello muy fino.
Las flores son de color amarillo, pedunculadas y axilares, siendo generalmente unisexuales.
Las flores masculinas aparecen en las axilas de los tallos secundarios agrupándose en inflorescencias fasciculadas en grupos de 3 a 5 flores.
Éstas tienen cinco estambres, unidos por las anteras en grupos de dos, quedando el quinto estambre libre.
Los granos de polen son grandes, pegajosos y pesados de manera que dificulta la polinización anemófila, siendo necesaria la participación de insectos (vectores entomófilos) para el transporte del polen.
Las flores femeninas, también las encontramos en las axilas de los tallos secundarios, apareciendo éstas después que las masculinas y de manera solitaria.
Éstas presentan un ovario ínfero con un estilo y tres estigmas gruesos bipartidos.
Tanto las flores femeninas como las masculinas abren al amanecer y cierran permanentemente por la tarde.
La presencia de nectarios en las flores las hace más atractivas para los insectos encargados de la polinización.
En las flores estaminadas los nectarios se encuentran en la base de los filamentos, mientras que en las flores pistiladas se encuentran alrededor de la base del estilo.
El fruto es un pepónide áspero o liso, dependiendo de la variedad. El epicarpo vira desde el color verde, en estado inmaduro, hasta el amarillo anaranjado, cuando alcanza la maduración.
La pulpa es acuosa, de color blanquecino, con semillas en su interior repartidas a lo largo del fruto.
Dichas semillas se presentan en cantidad variable y son ovaladas, algo aplastadas y de color blanco-amarillento.
En referencia a la temperatura hay que decir que el pepino (cohombro, alpicoz, alficoz) es menos exigente en calor que el melón, pero más que el calabacín (calabacino, calabacita, zapallito).
Las temperaturas que durante el día oscilen entre 20˚C y 30˚C apenas tienen incidencia sobre la producción, aunque a mayor temperatura diurna dentro de este rango, mayor es la producción precoz.
Cuando la temperatura supera los 30˚C se observan desequilibrios en las plantas que afectan directamente a los procesos de fotosíntesis y respiración.
Por otro lado, temperaturas nocturnas iguales o inferiores a 17˚C ocasionan malformaciones en hojas y frutos.
El umbral mínimo crítico nocturno es de 12˚C y a 1˚C se produce la helada de la planta.
El pepino (cohombro, alpicoz, alficoz) es una planta con elevados requerimientos de humedad, debido a su gran superficie foliar, siendo la humedad relativa óptima durante el día del 60-70% y durante la noche del 70-90%. Sin embargo, los excesos de humedad durante el día pueden reducir la producción, al disminuir la transpiración y en consecuencia la fotosíntesis, aunque esta situación no es frecuente.
Para humedades superiores al 90% y con atmósfera saturada de vapor de agua, las condensaciones sobre el cultivo o el goteo procedente de la cubierta, pueden originar enfermedades fúngicas. Además un cultivo mojado por la mañana empieza a trabajar más tarde, ya que la primera energía disponible deberá cederla a las hojas para poder evaporar el agua de su superficie.
La planta de pepino (cohombro, alpicoz, alficoz) crece, florece y fructifica con normalidad incluso en días cortos (con menos de 12 horas de luz), aunque también soporta elevadas intensidades luminosas y a mayor cantidad de radiación solar, mayor es la producción.
El pepino (cohombro, alpicoz, alficoz) puede cultivarse en cualquier tipo de suelo de estructura suelta, bien drenado y con suficiente materia orgánica.
Es una planta medianamente tolerante a la salinidad (algo menos que el melón).
Si la concentración de sales en el suelo es demasiado elevada las plantas absorben con dificultad el agua de riego, el crecimiento es más lento, el tallo se debilita, las hojas son más pequeñas y de color oscuro y los frutos obtenidos serán torcidos.
Si la concentración de sales es demasiado baja el resultado se invertirá, dando plantas más frondosas, que presentan mayor sensibilidad a diversas enfermedades. El pH óptimo oscila entre 5,5 y 7.
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