Se conoce que los frutos rojos se desarrollan adecuadamente en suelos ácidos con un pH de 4,5 a 5,5 y con bajos niveles de fertilidad. Para el cultivo de la mora, se aconsejan disoluciones nutritivas con baja conductividad eléctrica comprendida entre 0,45 y 1,5 dSm-1.
Las flores de la mora aparecen en racimos terminales. Los frutos son unas bayas formadas por pequeñas drupas adheridas a un receptáculo.
Preparación de suelo: La planta de la mora requiere suelos franco-arcillosos o franco-arenosos, con alto contenido de materia orgánica, ricos en fósforo y potasio, con pH ácido entre 5,2 y 6,7, y bien drenados porque son débiles al encharcamiento. Es preferible que el suelo no tenga capas endurecidas que detengan o retrasen el adecuado crecimiento del sistema radicular.
Se recomienda el uso de suelos en el que el año anterior se hayan cultivado cereales o leguminosas. No se recomienda su plantación después de tubérculos, solanánceas o cucurbitáceas, porque en el suelo pueden quedar algunos hongos patógenos que después producirán mermas en la plantación.
El marco de plantación se elegirá dependiendo de la variedad y su vigor, la maquinaria que se va a utilizar, el sistema de soporte y forzado del cultivo, pudiendo oscilar entre 0,8 y 2,5 metros la distancia entre plantas y de 1 a 3 metros la distancia entre filas.
Entutorado recomendado: Espaldera sencilla o de alambre. Se usan postes ubicados siguiendo la dirección de la fila de las plantas y a una distancia entre ellos de aproximadamente 3 metros.
Fertirrigación: El nitrógeno resulta esencial después de la plantación para favorecer el crecimiento rápido y el crecimiento de planta. Después de esto, la cantidad será más reducida, puesto que el estado fenológico de la misma y el equilibrio entre el resto de los nutrientes lo requerirá.
Durante el período de desarrollo vegetativo de la mora, se observa un incremento en el crecimiento del cultivo directamente proporcional a la cantidad de nitrógeno suministrado en el fertirriego, esto se prolonga hasta pasados los 6 meses de desarrollo.
El fósforo es un nutriente muy influyente en el proceso de enraizamiento y en la formación del fruto; su deficiencia deriva en la fruta de mala calidad. Esto mismo ocurre cuando hay deficiencia de potasio.
Una disminución en el suministro de nitrógeno, fósforo bajo una fertilización integrada de potasio disminuirá a nivel celular la división, expansión y permeabilidad de las células vegetales.
Resulta de vital importancia considerar las interacciones positivas que tiene el nitrógeno con nutrientes como calcio y potasio durante el período de producción en el cultivo de la mora.
Poda: La poda resulta una práctica muy importante puesto que influye muy directamente en el rendimiento y estado sanitario del cultivo. Su objetivo es el de formar a la planta, y se realiza eliminando todos los tallos y ramas secas, ramas torcidas y chupones.
Cosecha: La cosecha de las moras comienza después de los 8-9 meses de haber sido plantada. La forma de recolección se realiza siguiendo varias pasadas sobre el cultivo puesto que la maduración no es uniforme.
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